Salmo 119:18
“Abre mis ojos, para que vea las maravillas de tu ley.”
Salmos 119:18 LBLA
¿Tiene necesidad de que le sean abiertos los ojos? La Biblia nos enseña en boca de Jesús el Hijo de Dios "Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, Y con los oídos oyen pesadamente, Y han cerrado sus ojos; Para que no vean con los ojos, Y oigan con los oídos, Y con el corazón entiendan, Y se conviertan, Y yo los sane." (Mateo 13:15 RVR 1960)
Sin embargo Dios se nos revelo desde la creación es decir en el orden y diseño de las cosas creadas hasta por escrito en la Ley (Romanos 1). En la Ley vemos a Cristo y como el cumple cada detalle. Ver las maravillas de la ley nos llevara a ver las maravillas de Cristo, y a mantenernos humildes como siervos.
Si vemos las maravillas de Cristo no necesitáremos más, Cristo es glorioso porque Su Padre es glorioso. Estamos unidos a Jesús al creer en Él. La Biblia habla de Cristo desde el Génesis hasta el Apocalipsis. Cuando vemos su gloria vemos su deidad.
Si nos llamamos seguidores de Cristo, sus discípulos, estamos muertos al pecado, muertos al mundo y con una vida nueva. Además si estamos en Él tenemos una nueva naturaleza, nuevos deseos y nuevas acciones. Cristo se mostrará en nosotros. Y así en Cristo mostraremos la hermosura de la ley.
Estamos bajó en nuevo pacto, y actuamos diferentes pues somos vivificados con un nuevo Espíritu. El Espíritu Santo que descendió en Pentecostés para dar poder a la Iglesia. El Espíritu nos abre los ojos y nos quitan las vendas, ahora vemos la gloria de la cruz y las maravillas de la ley de Dios. El que no conoce a Cristo la ley es su enemiga, pero el que es hecho hijo de Dios ama la Palabra y disfruta de ella. Ella es su delicia.
Señor bueno y misericordioso. Muéstranos tu gloria para que podamos reverenciarte por tus maravillas. Tu palabra nos da vida y nos enseña tu camino. Gracia sin fin en Ti Señor. Ayúdame a ver las maravillas de todo lo que has hecho. Gracias por Jesús y gracias por su obra en nosotros. Aviva nuestros corazones y transforma nuestra mente. En el nombre de Jesús oramos. Amén.
Salmos 119:18 LBLA
¿Tiene necesidad de que le sean abiertos los ojos? La Biblia nos enseña en boca de Jesús el Hijo de Dios "Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, Y con los oídos oyen pesadamente, Y han cerrado sus ojos; Para que no vean con los ojos, Y oigan con los oídos, Y con el corazón entiendan, Y se conviertan, Y yo los sane." (Mateo 13:15 RVR 1960)
Sin embargo Dios se nos revelo desde la creación es decir en el orden y diseño de las cosas creadas hasta por escrito en la Ley (Romanos 1). En la Ley vemos a Cristo y como el cumple cada detalle. Ver las maravillas de la ley nos llevara a ver las maravillas de Cristo, y a mantenernos humildes como siervos.
Si vemos las maravillas de Cristo no necesitáremos más, Cristo es glorioso porque Su Padre es glorioso. Estamos unidos a Jesús al creer en Él. La Biblia habla de Cristo desde el Génesis hasta el Apocalipsis. Cuando vemos su gloria vemos su deidad.
Si nos llamamos seguidores de Cristo, sus discípulos, estamos muertos al pecado, muertos al mundo y con una vida nueva. Además si estamos en Él tenemos una nueva naturaleza, nuevos deseos y nuevas acciones. Cristo se mostrará en nosotros. Y así en Cristo mostraremos la hermosura de la ley.
Estamos bajó en nuevo pacto, y actuamos diferentes pues somos vivificados con un nuevo Espíritu. El Espíritu Santo que descendió en Pentecostés para dar poder a la Iglesia. El Espíritu nos abre los ojos y nos quitan las vendas, ahora vemos la gloria de la cruz y las maravillas de la ley de Dios. El que no conoce a Cristo la ley es su enemiga, pero el que es hecho hijo de Dios ama la Palabra y disfruta de ella. Ella es su delicia.
Señor bueno y misericordioso. Muéstranos tu gloria para que podamos reverenciarte por tus maravillas. Tu palabra nos da vida y nos enseña tu camino. Gracia sin fin en Ti Señor. Ayúdame a ver las maravillas de todo lo que has hecho. Gracias por Jesús y gracias por su obra en nosotros. Aviva nuestros corazones y transforma nuestra mente. En el nombre de Jesús oramos. Amén.
Comentarios
Publicar un comentario