Salmo 119:19

“Peregrino soy en la tierra, no escondas de mí tus mandamientos.”
‭‭Salmos‬ ‭119:19‬ ‭LBLA‬‬

Todo cristiano es un peregrino. Abraham sabía que los bienes y las posesiones eran pasajeras, por la fe Abraham dejo su tierra y su parentela para ir a una tierra donde era un extranjero y un peregrino. El autor de los Hebreos dijo inspirado por Dios “Por la fe habitó como extranjero en la tierra de la promesa como en tierra extraña, viviendo en tiendas como Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa, porque esperaba la ciudad que tiene cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.” (Hebreos‬ ‭11:9-10‬ ‭LBLA‬‬)

Un peregrino no debe afanarse en las cosas de este mundo pues somos sólo de viaje. Salomón escribió sabiduría en Eclesiastés “Como salió del vientre de su madre, desnudo, así volverá, yéndose tal como vino; nada saca del fruto de su trabajo que pueda llevarse en la mano.” (Eclesiastés‬ ‭5:15‬ ‭LBLA‬‬)

Los que son de este mundo se afanan de la cosa de este mundo, pero los hijos de Dios buscan las cosas eternas. No nos afanemos en negocios, en la escuela, en el amor al dinero, en los placeres, en las artes o en la fama. Así como el hombre vino a este mundo desnudo, de la misma manera volverá a la tumba, sin nada que llevarse de su trabajo. En nuestro reino y con nuestro Rey no hay ladrón, ni polillas y nada de marchita.

No esperemos heredad aquí en la Tierra, sino corramos el camino del peregrino hacia la Ciudad Celestial. Corre peregrino de la Feria de la Vanidad, escapa de los Gigantes de la Desesperanza, busca oh Cristiano a tu compañero Esperanza, resiste a Apolion y sus demonios y nunca desvíes tu vista de aquella ciudad que brilla. Más Buscad primeramente su reino y su justicia y todo lo demás será añadido.



Señor bueno y misericordioso. Gracias te damos por tus maravilla tus palabras justas. Cambia nuestro corazón de manera que miremos al cielo y no a la cosas terrenales. Somos tus siervos y peregrinos. No nos dejes desviarnos de tus mandamientos, sino por tu gracia preserveranos hasta el día final. Oramos en el nombre de Jesús nuestro Emmanuel. Amén.