Salmo 119:5
“¡Que se puedan ver tus leyes en lo que yo hago!”
Salmos 119:5 NBD
Existe un dicho popular que dice "las palabras impactan pero las acciones arrastran". Quien mucho habla pero no hace es comparado con una gran nube aparente mente cargada de agua pero sólo lleva roció. La integridad de un Hijo de Dios es lo que impacta al mundo. La Biblia enseña claramente que el cristiano es diferente en su actuar a los incrédulos. Jesús dijo "Si la sal se desvanece ¿Con qué será salada?" (Mateo 5:13)
El cristiano no esta ordenado a creer el evangelio sino a vivir el evangelio. Debe mostrar al mundo la libertad que hay en Cristo, que Él es vida y Él es El Salvador del mundo. El Espíritu Santo nos da discernimiento de lo que agrada a Dios, Él escribió en nuestros corazones su Ley y nos da el querer como él hacer por su buena voluntad.
Al cumplir la ley de Dios, Él es glorificado pues mostramos temor, reverencia y honra. ¿Glorificamos a Dios en nuestro hogar, nuestra escuela o nuestro trabajo? ¿Los demás al ver nuestro andar en la vida se dan cuenta que somos de un reino diferente?
Charles Spurgeon decía "Los no cristianos no leen la Biblia, ellos leen cristianos" ¿Qué leen en ti los demás? Los enemigos de la fe dicen que no importa como vivas sí crees "sinceramente" eso importa. Si bien las obras no nos hace salvos, ni nos dan un lugar prestigioso delante de Dios, sin embargo Santiago dice: "Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma." (Santiago 2:17)
Peregrino pídele a Dios su gracia para que cuando los demás te vean miren la Ley de Dios en tu vida, hay bienaventuranza, hay bendición. La estructura de este versículo no es otra que una suplía a Dios. Una oración que no debe faltar cada día. Que nuestra vida honre a Dios.
Señor te damos gracias por tu Palabra. Transforma nuestra mente y corazón, graba en ella tu Ley. Aviva tu Espíritu en nosotros. Libranos del maligno y no permitas que caigamos en la tentación. Sabemos que en Jesús hay perdón y abundante redención. Muéstranos a Cristo. Haz que tu Palabra de refleje en nuestra vida hasta que todos confiesen que Cristo es el Señor. Esto lo oramos en el nombre de Aquel que intercede por nosotros ante el trono celestial. Cristo Jesús. Amén.
Salmos 119:5 NBD
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| Jairo Namnún, Ojos Que No Ven |
Existe un dicho popular que dice "las palabras impactan pero las acciones arrastran". Quien mucho habla pero no hace es comparado con una gran nube aparente mente cargada de agua pero sólo lleva roció. La integridad de un Hijo de Dios es lo que impacta al mundo. La Biblia enseña claramente que el cristiano es diferente en su actuar a los incrédulos. Jesús dijo "Si la sal se desvanece ¿Con qué será salada?" (Mateo 5:13)
El cristiano no esta ordenado a creer el evangelio sino a vivir el evangelio. Debe mostrar al mundo la libertad que hay en Cristo, que Él es vida y Él es El Salvador del mundo. El Espíritu Santo nos da discernimiento de lo que agrada a Dios, Él escribió en nuestros corazones su Ley y nos da el querer como él hacer por su buena voluntad.
Al cumplir la ley de Dios, Él es glorificado pues mostramos temor, reverencia y honra. ¿Glorificamos a Dios en nuestro hogar, nuestra escuela o nuestro trabajo? ¿Los demás al ver nuestro andar en la vida se dan cuenta que somos de un reino diferente?
Charles Spurgeon decía "Los no cristianos no leen la Biblia, ellos leen cristianos" ¿Qué leen en ti los demás? Los enemigos de la fe dicen que no importa como vivas sí crees "sinceramente" eso importa. Si bien las obras no nos hace salvos, ni nos dan un lugar prestigioso delante de Dios, sin embargo Santiago dice: "Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma." (Santiago 2:17)
Peregrino pídele a Dios su gracia para que cuando los demás te vean miren la Ley de Dios en tu vida, hay bienaventuranza, hay bendición. La estructura de este versículo no es otra que una suplía a Dios. Una oración que no debe faltar cada día. Que nuestra vida honre a Dios.
Señor te damos gracias por tu Palabra. Transforma nuestra mente y corazón, graba en ella tu Ley. Aviva tu Espíritu en nosotros. Libranos del maligno y no permitas que caigamos en la tentación. Sabemos que en Jesús hay perdón y abundante redención. Muéstranos a Cristo. Haz que tu Palabra de refleje en nuestra vida hasta que todos confiesen que Cristo es el Señor. Esto lo oramos en el nombre de Aquel que intercede por nosotros ante el trono celestial. Cristo Jesús. Amén.
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