Salmo 119:4

“Tú has ordenado tus preceptos, para que los guardemos con diligencia.”
‭‭Salmos‬ ‭119:4‬ ‭LBLA‬‬


A la orden de la voz de Dios, el universo entero se formó. Por sus decretos nuestro planeta gira y gira sin cesar, nuestro corazón late en este instante por Su designio, por Su voluntad los átomos del universo existen y forman toda estructura que vemos. El Señor ordena cosas y como Dios sus órdenes son cumplidas. Aquel que vive fuera del tiempo y materia dispone todo lo que existe para el bien de sus escogidos y para la alabanza de Su gloria. Todo lo que Dios hace es bueno y perfecto.


Pues Dios le ha ordenado al hombre preceptos para que viva de una manera correcta en la Tierra, estos preceptos son buenos y son la base de toda moral y ética. Los preceptos de Dios no son un intento de hacernos infelices, sino como ya vimos en versículos pasados estos preceptos nos fueron dados para vivir bienaventurado delante de un Dios Santo. Dios promete bendición en sus preceptos, la mala noticia es que somos pecadores y que en nuestros deseos carnales luchan contra los deseos que son del Espíritu.


Ninguno de nosotros puede negar el hecho de que obedecer los preceptos de Dios es difícil  a pesar de tanta bendición que estos ofrecen. Sin embargo Dios por medio de su Espíritu por la obra de Jesús en la cruz nos da la libertad del pecado y la capacidad de obedecer estos mandamientos de Dios. El ser humano por sí solo está en bancarrota moral y espiritual, y el obedecer los preceptos de Dios es una locura, además para ellos es imposible pues son enemigos de todo bien.


Obedecer los preceptos de Dios no es un estilo de vida o una aplicación más en nuestras vidas. Los preceptos de Dios han sido ordenados, y como son ordenados por Dios es importante atenderlos. Dice el verso que Dios nos dio sus preceptos para que los guardemos con diligencia, debemos estar atentos. Pablo insta a Timoteo, hablando de las tentaciones sexuales “Huye, pues, de las pasiones juveniles y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que invocan al Señor con un corazón puro.” (‭‭2 Timoteo‬ ‭2:22‬ ‭LBLA‬‬) Hagamos caso a la Palabra de Dios y guardemosla diligentemente. No durmamos como los demás sino velemos y seamos sobrios. Buscando al Señor en arrepentimiento y fe.


Señor gracias por tu Palabra, danos la gracia para guardar Tus preceptos, danos hambre y sed de tu Palabra, que sin cesar la escudriñemos. Perdónanos porque no la guardamos diligentemente, muéstranos tu salvación, muéstranos a Cristo en ella y viviremos. Tu Palabra es verdad Señor, muéstranos las maravillas que has hecho y la obra en nuestros corazones por medio de tu Santo Espíritu. Te lo pedimo en el nombre de Jesús. Amen.

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